7 NOV 07
Eva Elissa Varona Conde


CUANDO UN POLITICO LLORA…

Creo que todo Veracruz fue testigo una vez mas, del cómo los medios de comunicación destajan, destrozan y manipulan un suceso.
Hambrientos de populacho y amarillismo nauseabundo, hicieron hincapié del cómo una persona, se hizo presa de sus emociones y sin mas…simplemente se soltó a llorar.
No quisiera imaginar la escena del antes y después de todo aquel drama de farsa política.
Sin embargo, creo yo, que como fiel obra gansteril, primero se dieron las malas noticias, luego el silencio incomodo…las miradas inciertas e hipócritas sin respuestas a las interrogantes desesperadas…y luego…simplemente el silencio podía dar explicación a la respuesta más obvia:
“Así es esto”
Ahora comprendo el verdadero significado de lo que mi padre me dice cuando pasan estas situaciones:
“LA POLITICA ES DE TIEMPOS Y DE RITMOS”
Sin mas ni mas…
Una melodía sinfónica que arma tiempos y ritmos…que está a la merced del gran director, del gran manipulador; y como toda canción, tiene su final…para Arturo Quietarte llegó el clímax de su carrera.
Pero como toda melodía, quién sabe cuándo será requerida de nuevo su presencia para esta obra.

Tal vez lo mejor será regresar al fiel comercio, que aunque no te dibuja la vida de rosa o…rojo, te es directo y te dice sin rodeos que tus decisiones y acciones tendrán siempre consecuencias.

Cuando un político llora…se ven a través de sus lágrimas el dolor de la derrota o del triunfo.
Cuando un político llora…es por traición y por karma que ha sido cobrado.
Cuando un político llora…es por poder, por tener y por dejar de tenerlo.
Cuando un político llora…los demás quedarán sin aliento y no solo por compasión romperán en aplausos para confortarte como se conforta a un pequeño niño que se le ha volado su globo.
Cuando un político llora…todo se queda en silencio, las miradas se agachan y se resignan, después se levantan y siguen caminando.
Cuando un político llora…no es por demostrar su debilidad, sino su fortaleza y su humanidad.
Cuando un político llora…y llora de verdad, casi nadie es testigo de ello, casi nadie se da cuenta de aquello.
Cuando un político llora…lo hace en silencio y jamás te darás cuenta de que lo hace.

Claro…un verdadero político, un guerrero, un líder…no un títere que desgraciadamente…y muy tristemente, muchos se dan cuenta de que lo son o que se convirtieron en ello, ya muy tarde.