LA TRISTE REALIDAD...DE NO FORMAR PARTE

Uno de los más hermosos recuerdos que me quedó de mi madre en mi infancia, sin duda, es aquella noche en la que como todas…estaba sentada frente a su escritorio, rodeada de varios pilare de libros.
Esa madrugada no podía dormir así que fui a verla y le pregunté, ¿qué hacía tan tarde?
A lo que ella…muy adentrada en lo que escribía me dijo sin voltear:
-Estoy preparando mis clases de mañana.

Mi madre fue una mujer muy inteligente y versátil, lo mismo sabía cocinar a la antigua con todo y molcajete, que preparar cátedras excelentes para sus alumnos de la preparatoria Artículo tercero (aún existente).
Fue maestra por más de 15 años, y aún que no lo crean…jamás pensé que ahora…a 17 años de su muerte, yo terminaría haciendo lo mismo, solo que esta vez sería para alumnos de educación superior.
Siempre admiré esa entrega en mi madre, la entrega que muy pocos profesores o los que se dicen profesores aún la tienen para esa noble profesión.

El dar clases se me dio como todo en esta vida…una necesidad.
Sin embargo, siempre ha sido para mi el significado de dos grandes retos hacerlo.

Al ser egresada de la carrera de comunicación, y perfilarme más al periodismo, me permitió crear ese primer reto:
LA CONSTANTE EVOLUCIÓN DE LA INFORMACIÓN EN LA MATERIA.
Es decir, el seguir cerca de las aulas, me permite mantenerme al día con todo lo que requiera en materia de los medios de comunicación.
Porque como les digo a mis alumnos:
“Entre más herramientas tengan…mejor podrán defenderse”

Fue inmediato ese flechazo de amor a esas aulas y esa interacción con jóvenes que incluso no me llevaban mucho de edad, inclusive algunos de ellos mayores que yo.

Y es ahí, cuando nace mi segundo reto:

HABLARLES SIEMPRE CON LA VERDAD DE LOS MEDIOS EN NUESTRO PAÍS Y CRECER JUNTO CON ELLOS EN BUSCA DE MÁS HERRAMIENTAS QUE NOS AYUDEN A DEFENDERNOS EN EL FUTURO.

Fue duro aceptar estos retos, sobretodo cuando entran con ideas erróneas de esta carrera.
Pero más difícil aún, cuando su moral está por los suelos…y ¿a qué me refiero con esto?

Tal vez sea un problema generacional, donde el bomm de los medios masivos y la mala publicidad, les pintan un futuro cantando en la Academia y haciéndose ricos de la noche a la mañana, o ese extraña moda de universidades de paga, conocidas algunas como “patito”, que te ofrecen ser toda una chica (o) cool frente a un micrófono o haciendo musarañas frente a una cámara.

Tal vez esta última sea la más peligrosa, porque jugar con la fama efímera que te ofrece salir cantando por unos meses y después desaparecer…solo les pasa a unos pocos, pero el jugar con la educación es otro cantar…y un cantar que puede convertirse en el arma más peligrosa de una sociedad.

He dado clases en varias universidades, IVES, El Golfo, Valladolid, UDAL lo que me ha permitido darme cuenta del deficiente nivel académico, pero también del gran interés que se tiene para el alumnado en algunos planteles.

A pesar de ver dichas carencias, lo que siempre me enfoque con mis alumnos fue sin duda…enseñarles a que su mundo no se cierre, que si dicho plantel les ofrecía una súper cabina de radio y apenas si tienen un micrófono…pues que no se decepcionen. Porque a pesar de todo, la verdadera agilidad se aprende con la creatividad y habilidad que ellos tengan al hacer su trabajo bajo los limitantes u obstáculos que se encuentren.

De ahí que al innovarme a las nuevas tecnologías me permite enseñarles por ejemplo, el Internet como una herramienta valiosa para hacer sus trabajos, así como el poder hacerlos en su propia casa con el equipo que tengan al alcance.

No hay por qué ser malos comunicólogos si la universidad que te ofrecía con bombo y platillo un súper equipo no lo tiene…después de todo, el equipo son solo máquinas y lo que hace funcionar esas máquinas son sus cerebros y su creatividad.

Afortunadamente y gracias a dios, este mecanismo de enseñanza me permitió escoger en qué universidades prestarles mis servicios como profesora…algo que sin duda es un gran orgullo y halago para mí.

Y entre estos últimos dos años aproximadamente, escogí a la universidad Valladolid y la universidad UDAL para impartir mis clases.

Lo que yo siempre pedía antes de entrar…era libre albedrío con mis clases, por supuesto apegándome siempre a sus programas, podría enseñarles como yo guste.
Eso siempre fue prioridad para mi, porque por ejemplo, hay muchos chicos que entran con un nivel de lectura y escritura muy deficientes, por eso, a parte de nuestras lecturas habituales les pongo a leer de otros temas, cultura general, y por supuesto los nuevos medios de comunicación digitales, que dicho sea de paso, aún no se integran en las materias de las carreras de comunicación hoy en día.

Un día un buen amigo, que antes fue mi profesor me dijo:
-Eres buena profesora, ¿por qué no das clases en otros lugares que valen la pena?
Yo le respondí:
-Pues precisamente mi amigo, precisamente.

Debo aceptarlo y como siempre les hablo con la verdad a mis alumnos y a todo mundo, es verdad.
Por ello, en el caso de la Universidad Valladolid así fue siempre…”estoy donde precisamente vale la pena” donde hay chicos desmoralizados y equivocados al pensar que por no ser una escuela de “prestigio” serán malos profesionistas.

Y así formé, con esa ideología a los chicos de la carrera de Comunicación de esa universidad.
Hablo de manera personal, de modo que no se piense que todo es malo menos yo…pero seamos sinceros y como me lo dijo un gran catedrático una vez, “desgraciadamente hay buenos profesionistas que a la hora de dar clases no son buenos, porque serán buenos en lo que hacen, pero no saben dar clases”
Y seamos sinceros en otras cosas, hay maestros que como que hacen que enseñan y alumnos como que aprenden.

Sin duda esta parte de mi vida me ha dado muchas satisfacciones, ver el crecimiento de mis “niñotes” como les digo, es enormemente estimulante.

Y si escribo estas palabras jamás serán para perjudicarlos sino al contrario y con la regla de mi segundo reto…SIEMPRE LES HABLARÉ CON LA VERDAD.

Este semestre ya no les daré clases, según las necesidades de esta universidad y por motivos “académicos” no se requerirán más mis servicios.

¿Académicos?

En estos 5 años que llevo dando clases, he sido evaluada más de una vez por elementos de la misma institución y de la misma Secretaria de Educación.
Otra de mis grandes satisfacciones es que dichas evaluaciones siempre han sido de las más altas y con incluso felicitaciones por parte de los coordinadores…
¿Académicos?

Deben perdonarme…pero después de escuchar lo que se me dijo no pude soltar una risa…que no es muy bajita por cierto.

La verdad a mi no me gusta pelear…así que si esa fue su decisión...pues adelante, que sea por dios y que venga más.
¿Pero decirme que soy mala maestra…? ja-ja-ja

Tengo en mi Messenger a más de 150 de mis alumnos y ex alumnos conectados…soy su maestra no solo en las mañanas sino todo el día que esté conectada.
Muchos de ellos ya laboran en medios comerciales y me llaman con un mensaje de gratitud, a muchos de ellos les explico las cosas que no comprendieron en mis clases o si quieren saber más al respecto también les doy las herramientas, muchos de ellos laboran conmigo ya en mis portales informativos y en mi radio on line, y de todos y cada uno de ellos me siento muy orgullosa.

¿Académicos?

En serio que para dar excusas no hay mejor forma que la verdad, y la verdad es la siguiente:

Uno: el haber pedido una beca para una alumna mía, que además de tener excelentes calificaciones, ser de escasos recursos, ser fuera de esta ciudad y sin duda…merecerlo, no se le fue otorgada, y dicha acción causo (obviamente) cierto resquemor entre el alumnado, causando cierta “molestia a sector administrativo” como se me dijo que así fue.
Así que ese fue el motivo “académico” por algo que pedí que ni siquiera era para mí, sino para una alumna de esa institución.
Dígase de paso…que nunca jamás en los casi dos años que laboré ahí, pedí nada para mi…ni para mis alumnos, por la obvias carencias que tiene el plantel, pero como ya lo mencioné arriba, hay otras formar de salir adelante.

Dos: de esas y muchas otras injusticias fui testigo mientras trabaje ahí, pero antes de que piensen que por cobardía no las digo, mejor que me llamen cobarde, que diciéndolas se les baje más la moral a mis muchachos.

Tres: ¿Quieren verlo como negocio? Pues adelanteeeee, solo que hasta para eso hay que ser inteligente…comercializas educación, vendes educación, así que… ¿adivina quienes son los que te darán la materia prima que te ayudará a vender un buen producto?
Buenas vacas…te darán buena leche.
Buenos profesores…te darán la base de una buena educación.
Pero lo más certero de todo esto, es que se den cuenta de que no están contratando albañiles, sino catedráticos, profesores, maestros…y así como a mí, no soy la única, ha pasado en varios planteles y en varias tontas circunstancias que desmoralizan a los maestros y los obligan a simplemente alejarse de esa noble profesión.
Pocas universidades como la UDAL tienen incluso cursos de capacitación para los profesores de todos los niveles y carreras.

He aprendido en todas y cada una universidades en las que he estado cosas buenas y malas, y lo que finalmente me alegra, es que en la UDAL valoran lo que a muchos se les hace ridículamente e irónicamente irrelevante…la educación.

PD: y como no soy mal agradecida, retribuiré como se debe:
AGRADESCO ENORMEMENTE A TODOS Y A CADA UNO DE MIS ALUMNOS POR DARME LA OPORTUNIDAD DE ENSEÑARLES, Y AGRADESCO TODAS Y CADA UNA DE LAS MUESTRAS DE SU CARIÑO.

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