Por: Eva Varona
Cuando era niña una de mis
abuelitas se refería a ella como “la enfermedad”; ¿Estás enferma? Me preguntaba
cuando estaba en días de mi periodo. Y aunque al hablar con ella al respecto
sobre que esto era un proceso más que natural y no una enfermedad, en su cara
siempre se reflejó un desprecio hacia ese momento que lo consideraba malo y
hasta incapacitante.
A través de los años me di
cuenta de que las mujeres mayores como mi abuelita, fueron “educadas” y unas
sin educar aprendieron por su cuenta o de boca en boca, lo que ese proceso
significaba, tomando muchas veces un significado negativo.
Actualmente las mujeres
occidentales en su mayoría vemos a este proceso como algo sumamente natural;
aunque confieso que de aquellas pláticas con mi abuelita, me quedé con aquella
“regla” de que: cuando una mujer está “enferma”, no debe sembrar plantas, pues
su “humor” las pudrirá de inmediato y no pegarán. No me haga caso, pero al
sucederme un par de veces me bastó para no repetirlo… cosa de enseñanzas de
abuelitas.
Sin embargo aunque un tema
que parecería trillado por los medios de comunicación; en lugares como en Hapur
India; la menstruación es considerada poco menos que la maldición andante y
muchas mujeres ni siquiera son advertidas sobre este proceso. Es por ello que
la película PERIOD END OF SENTENCE ganadora al Oscar como mejor corto
documental y que se encuentra disponible en la plataforma de NETFLIX; resulta
una pieza de profundos sentimientos encontrados.
¿Cómo algo que prácticamente
pasa desapercibido en nuestras vidas, en este lugar es todavía un enorme tabú
que obliga a muchas mujeres a cambiar sus vidas?
El documental aborda vidas y
testimonios de las mujeres, hombres y niños, que incluso ignoran que éste
proceso existía.
La película en sí, es un acto
de enorme valentía para quien la produce y dirige; el tema de la menstruación
llega a ser tan prohibitivo en algunos casos, que llegar a preguntarte sobre
ello, podría resultar en un agravio.
¿Qué sucede cuando las
mujeres menstrúan?
En este lugar las mujeres
ocultan esos días como una “enfermedad contagiosa”; ven a este proceso como una
maldición que las obliga incluso a dejar la escuela y detener su educación
tajantemente.
La situación es más compleja
de lo que parece; pues al abandonar su educación por consecuencia, son éstas
mujeres, jóvenes y fuertes, las que elevan el porcentaje de población de
analfabetismo.
Durante este documental se
descubrieron cosas asombrosas como por ejemplo, que las mujeres al tener su
periodo, ocupan cualquier trapo que tengan a su alcance que usan incluso ¡por
días!, y que luego desechan en cualquier terreno baldío.
Está de más mencionar el sin
fin de enfermedades que esta costumbre acarrea.
El documental no solo tiene
como afán demostrar el “problema” sino que revela un maravillo intento por
mejorará la vida y salud de estas mujeres.
Alumnos de la Oakwood School
en Los Ángeles inventaron una increíble máquina que puede producir toallas
sanitarias de bajísimo costo.
El reto; es introducirlo en
este lugar que puede ser no muy bien recibido por esta sociedad llena de tabús
y prejuicios.
Para algunas de ellas, las
toallas sanitarias son productos occidentales de lujo y que nunca podrían
costear cada mes.
Y es aquí donde el documental
hace otro descubrimiento asombroso; pues al tratar de introducir estos
productos entre las sociedad; comienzan a hacer círculos de pláticas donde se
llega a descubrir que incluso entre
madres e hijas no se hablaba de este tema; por ello estar en ese momento
resulta muy alentador para la fraternidad entre mujeres que no solo buscan una
opción más saludable; sino que se fortalecen en carácter y se empoderan…algo
que también no es bien visto para las mujeres.
Los hombres claro que están
presentes; algunos valientes que se atrevieron a ver aquella pequeña fábrica de
toallas sanitarias, salieron maravillados y con una visión más amplia de la
vida.
De esta manera vemos como un
puñado de valientes mujeres comienzan a transformar esa parte de sociedad que
calla y se somete.
Las toallas FLY se convierten
en el símbolo de la libertad; un estandarte del que éstas mujeres están
enormemente orgullosas de transmitir a las nuevas generaciones.
“Las mujeres son más
poderosas pero no reconocen su fuerza; no saben cuánto poder tienen ni cuánto
pueden llegar a hacer”
@LaVaronita
e_varona@hotmail.com
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