“Pasándola
con los cuates” decía una foto que algún día como estos vi en Facebook en el
muro general; era la imagen que se da mucho en mi estado, un grupo de jóvenes
en playeras de algodón y bermudas, alrededor de una mesa de plástico, sillas
del mismo material, en las afueras de una casita sencilla a todas luces…creo
que tomaban chela.
Imagen típica;
en Veracruz se acostumbra en algunos poblados de mucho calor, salir por las
tardes; en las entradas de las casitas
se extienden un par de metros ,muchas veces es techada y que sirve para
sentarse a recibir la tarde mientras se descansa viendo pasar a la gente…a veces
se congregan a “platicar” o “saludar”.
La escena me
gustó; de alguna manera se me antojó un placer del que ya no podemos gozar en
las ciudades… le di un like.
Luego el nombre
de la persona se me hizo conocido; ¡claro! Esa misma semana me había mandado
invitación de amistad… Ricardo era un amigo feisbukero…y nada más.
Meses más tarde me fije que sus fotos eran más bien
del corte altruista; ya saben, fotos donde ayudaba en alguna construcción, en reuniones vecinales, ecológicas… y luego mi
colmillo cibernético me alertó; a que
aquello pintaba a políticos promoviendo “acciones”, pero el dichoso Ricardo ni
siquiera ostentaba un color o partido en su vestimenta ni en su muro… bien,
entonces es una buena persona haciendo buenas acciones, me dije.
Meses más tarde
veo un pequeño video que subió en una navidad, parecía un festival navideño de
una escuela, el relato de sus publicaciones no sonaban nada pretenciosas, más
bien sencillas y sin afán de promover nada; el video era un fragmento de un
coro o algo así, de uno pequeñitos en pleno festival… apenas unos segundos, la
descripción decía algo así como: “Hermoso festival de la escuela tal… y gracias
a las mamás por la invitación” más o menos…
Me estaba
cayendo muy bien el chavo se veía que de alguna manera apoyaba a su comunidad,
las fotos que tomaba no tenían el fin de promoverlo a él, sino más bien
proyectar el sentimiento que en aquel momento se manifestaba… sí, podríamos
decir que eran “fotos pal feis” pero que estaban chidas; me daba
gusto ver que un joven de alguna manera, hacía algo por su gente y el lugar
donde vive.
Ya me rascó
la curiosidad y entré a su muro a investigar más, y decía que Ricardo es abogado
y Filántropo, vi su lugar de origen, efectivamente de algún caluroso municipio
de mi Veracruz… suena bien, me dije, deberé seguirlo de cerca.
Y así es;
siempre es bueno conocer a personas como Ricardo; muchas veces recibo cartas
que piden ayuda y aunque siendo medio de comunicación y no autoridad para
resolver nada, trato en medida de lo posible acercarme a personas que pueden
apoyarnos en dichas problemáticas: desde personas desaparecidas, mujeres que
han sido violentadas, fugas de agua, alumbrado, etc.
Una vez me
preguntaron qué tanto hacía en redes sociales, cómo podía calificar mi trabajo.
Lo confieso; en mi vida soy una mujer multitareas, pero en específico en redes no soy community
manager, soy más bien una “curadora de contenidos”, agrupo, organizo y comparto
contenidos relevantes de un determinado tema transformándolo en conocimiento.
Del “Content
Curator”, les platicaré en otra entrega, es muy interesante.
Un par de
meses más tarde, los social media se vuelven un caos; es jornada electoral y
todo se inunda de cuentan nuevas de aspirantes a diputaciones y alcaldías…
todos cortados con la misma tijera; “alguien” les dijo que era buena idea tener
su fanpage en Facebook y su cuenta en twitter, para promover su campaña… error.
La mayoría son
de una flojera absoluta.
Le pierdo la
pista a casi todos mis seguidores, poco tiempo para de ocio en redes, debo
monitorear la interesante jornada electoral que por primera vez también se
contiende en el ring virtual.
En ese lapso
recibo la invitación de instagram del famoso Ricardo, ¡vaya! Tiempo sin verlo; entro
a ver su cuenta y…. Chin… debo confesar que los prejuicios me ganaron y torcí
la boca cuando vi que su primera foto era en un consejo estatal del PRI.
¿Cómo no pude
darme cuenta?
Y es que a
esas alturas de jornada electoral te asqueas de ver tanta hipocresía y
ridículas imágenes de tributos ególatras de los mismos aspirantes políticos.
Fotos de
ellos con vestimenta del color del partido abrazando a los viejitos, fotos de
ellos abrazando niños, fotos de ellos agarrando una pala, desfiles de selfies
dedicados a idolatrarse ellos mismos, en acciones que se ven, a todas leguas
que son la primera vez que lo hacen.
Confieso que
esta primer foto de Ricardo me decepcionó un poco, al final de cuentas sus
fotos tenían un fin; alguna aspiración política.
¿Era el
momento del desengaño?
Efectivamente;
visito su perfil en face, ya lo tenía en
twitter y claro en instagram.
Sin duda
nuestro amigo era militante priísta.
Pero con todo
y eso no tenía las típicas imágenes; su vestimenta seguía siendo sencilla y sus
fotos proyectaban siempre una actitud sin pretensiones…bueno hay que darle el
beneficio de la duda.
Publicaciones
y fotos más tarde, me revelan a un joven político priísta con aspiraciones a la
presidencia municipal de su localidad.
Es extraño
cómo se puede detectar la malicia a través de las imágenes; pero así podría
definir las campañas a través de redes sociales que se apoyan en gráficos, no
tenía duda que el joven ganaría; el apoyo de su gente se proyectaba honesta a
través de sus publicaciones, debo decir que realmente domina el teje y maneje
de las redes y cómo usarlas; pues no
tenía una cuenta nueva abierta al vapor para la contienda electoral, sino que
ya la tenía mucho antes de sus aspiraciones políticas; incluso ahora no la
tiene abandona como muchos otros que al perder, incluso al ganar, ya ni las
pelan.
Lo veo mucho
en instagram, su proyección humana y su actividad filantrópica es muy
elocuente; nada presuntuoso, no sube selfies presumiendo sus fotos con los “altos
mandos” como si estuvieran lado del papa
o algo así.
La foto de
una ensalada de pepinos, la imagen de la leyenda de una galleta de la suerte
que dice “algo especial viene para usted” y pregunta ¿Qué será?, pequeños
videos de baile de Fandango, la foto de su hermana, en una sesión de Karate con
niños entregándoles un diploma, la foto de su gafete de capacitación siendo ya
presidente municipal, con su mamá comiendo alitas de pollo…
Se antoja
desconcertante, pero sin duda voy a reconocer que este joven Presidente
Municipal se ha manejado muy bien en el campo de las redes sociales;
independientemente de su partido y sus colores, lo puedo denostar como un buen
ejemplo de tener cuentas saludables y activas con una buena finalidad.
Yo les
pregunto: ¿a cuántos políticos siguen por gusto; porque les gusta leer sus comentarios, sus
opiniones y sus fotos?
¿Cómo éste
Joven pudo pasar la barrera de la antipatía que antecede a su partido, por
malos gobiernos y gobernantes?
Por respeto a
esa actividad, que se nota quiere mantener alejada de todo proselitismo mala
onda, no diré su nombre completo ni
cuentas en redes; solo les diré que es actual Presidente Municipal de un lugar
de mi Veracruz y más bien les pregunto a ustedes mis paisanos:
¿TIENEN IDEAD
DE QUIÉN ES?
No tengo el
placer de conocerlo en persona y así lo quise para no contaminar mi monitoreo,
todo lo que aquí escribo es desde mi visión de “seguidores en redes”.
Ricardo se
convirtió en el político que me gusta seguir…por “gusto”
Te sigo de
cerca… like!
@gazetatele
@lavaronita
No hay comentarios.:
Publicar un comentario