Simplemente
sublime…
*Atención
spoiler*
Estoy
viendo el final de la serie de la vida de Juan Gabriel; tal vez arrastrada por
la ironía del destino que coincide con su muerte, tal vez porque la tenía en mi
lista de pendientes, pero creo que más orillada por el morbo de las miles de
críticas, que hacían absurdos comparativos con “la otra serie” de la vida de
Joan Sebastian.
Confieso
que yo no había visto ningún capítulo de la serie de Juan Gabriel completo, sin
embargo sí de la otra serie “Joan Sebastian” unos fragmentos, porque era mi
rutina obligada antes de ver el noticiero de la noche… rutina que ya no existe,
por supuesto por los cambios de programación.
Los
primeros 10 minutos me bastaron para ver una serie totalmente deficiente.
Absurdo
y muy al vapor; algo que era más que evidente carente de presupuesto sí, pero
sobre todo, carente de talento.
Esto
me decepcionó un poco, no por ser admiradora de Joan Sebastian, que confieso no
lo soy, pero si por ser admiradora de la productora Carla Estrada que produjo
joyas de telenovelas de época (esas sí mis súper favoritas) como Amor Real.
En
fin que pasó lo que pasó y era inevitable ver la serie “Hasta que te conocí”,
ADMITO 100% ser admiradora de Juan Gabriel; la noticia me llegó cuando estaba
cubriendo un extraordinario evento del Ballet Folclórico de la Uv acompañado de
la Orquesta Universitaria de Música popular; estaba por entrevistar a el
director de la Orquesta Arturo Castillo, vaya, que nos agarro juntos esta
noticia y aprovechamos a comentar sobre el particular.
Dicho
video estará disponible en mi canal de youtube LA VARONITA.
El
caso es que un domingo cualquiera aquí estoy al borde de la lágrima, estoy
viendo el final de la serie.
No
es solo la vida de un hombre homosexual que lucha por uno de los sueños más
difíciles en un México, cuyo contexto histórico, social y cultural era un gran
obstáculo enorme por derribar.
Es
la vida de un hombre que vivió la vida de muchos Méxicos; el de la frontera, el
de la pobreza extrema, el del racismo, el homofóbico, el de la industria
musical…
Pero
sobre todo; era la vida de un hombre que procuró siempre, ser aceptado y amado
por una madre reacia, dura, difícil; tal cual como fue su destino.
La
serie es, a mi punto de vista, simplemente perfecta; desde el casting increíble
que sin duda fue una minuciosa tarea de escoger a todos los grandes
protagonistas de la historia, no de la historia… no solo eran personajes, eran
personalidades que existieron, existen y que también entran en un contexto
musical de nuestro país.
El
vestuario, los escenarios de un México precario, fueron mostrados con dignidad
y realidad cruenta.
La
imagen de la Joven madre de Alberto Alguilera, barriendo la sala de una casa,
ejerciendo un trabajo domestico, descansado a ratos, suspirando el cansancio,
cerrando los ojos agotados por el duro trabajo; la luz del sol entra por la
ventana, como el único testigo de una mujer que como miles de nuestro país,
trabaja duramente para mantener a sus hijos.
Esa
dura fotografía, caló profundo en los corazones de los mexicanos; al menos en
el mío, se hizo presente el reflejo de un recuerdo contado.
“¡Haber
si así te vuelves hombrecito!”
El
México homofóbico.
Sumamente
digno, el actor que lo personifica; con sus “maneras”, con su tibia voz, con
sus contoneos, con sus guiños, con las miradas chispeantes y a medio parpadeo…
hace imposible no adorarlo.
El
drama es su arma principal; escenas secundadas con una iluminación fabulosa,
acorde al palpitar de nuestros corazones, oscuridad cuando había oscuridad,
media luz cuando se detenía nuestra respiración, silencios…cuando tenía que
haber un silencio.
EL
FINAL… un instante que se cubre de gloria, de un escenario magnifico, de un
espejo que refleja los pasos dados, del nerviosismo.
Y
ahí, bajo una mirada bien maquillada, aparece el más dulce recuerdo de Acapulco.
Ese
momento es verdaderamente etéreo; rayando en un instante espiritual Alberto
Aguilera vislumbra a su madre. Y al ritmo de “Hasta que te conocí” se encuentra
frente al símbolo que por siempre fue y será su “Amor eterno”.
@lavaronita
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